Los medicamentos, una vez salen de la farmacia, para llegar en buen estado hasta su caducidad, deben almacenarse en condiciones que garanticen una buena conservación. En el blog de hoy te explico cómo guardar y conservar bien los medicamentos en casa.
¿Dónde debemos guardar los medicamentos en casa?
A excepción de aquellos que requieren condiciones especiales (como conservarse en la nevera), la mayoría de los medicamentos necesitan un espacio:
lejos de la luz directa
protegido de la humedad
con una temperatura estable y sin cambios bruscos
¿Cuál es el lugar ideal?
Lo mejor es tener el botiquín en el dormitorio o en la sala de estar, asegurándonos siempre de que esté:
fuera del alcance de mascotas
fuera del alcance de los niños
¿Dónde NO deberíamos guardar los medicamentos?
Hay espacios de la casa poco adecuados para conservar medicamentos, sobre todo por el calor, la humedad o los cambios de temperatura:
Baño: Las duchas generan vapor y variaciones constantes de temperatura y humedad que pueden perjudicar la calidad de los medicamentos.
Cocina: El calor de los fogones, el vapor del agua hirviendo y las oscilaciones de temperatura la convierten en un mal lugar.
Zonas expuestas al exterior pueden alcanzar temperaturas extremas durante horas.
Coche (guantero o maletero): sufren cambios de temperatura muy intensos y rápidos.
¿Por qué es importante esto? Porque los medicamentos pueden deteriorarse sin que lo notemos. No siempre cambian de color, textura u olor, y puede que nos demos cuenta del problema cuando ya no hacen efecto.
¿Cómo organizar correctamente los medicamentos en casa?
Una vez elegido el espacio adecuado, hay que guardarlos de la manera correcta:
Siempre dentro de su caja original, donde figuran datos esenciales: nombre, dosis, fecha de caducidad…
Con su envase (blíster o bote). Está diseñado para mantener el medicamento estable hasta la fecha de caducidad. Algunos son opacos para protegerlos de la luz o especialmente resistentes a la humedad.
Con el prospecto, que contiene toda la información necesaria en caso de duda.
Muchas personas organizan la medicación semanal en un pastillero. No pasa nada si es por un período corto, pero siempre se debe conservar en un lugar seco, fresco y sin luz directa. Eso sí: algunos medicamentos NO deben sacarse de su envase hasta el momento de usarlos.
Medicamentos que requieren condiciones especiales:
Algunos productos necesitan refrigeración o manipulación específica:
Vacunas, insulinas, determinados colirios y algunos inhaladores: se deben conservar entre 2 y 8 °C, pero sin congelarlos.
Antibióticos pediátricos en polvo: solo se deben reconstituir con agua justo antes de utilizarlos. Una vez preparados, duran entre 7 y 14 días en la nevera.
Ciertos colirios: una vez abiertos, solo son válidos durante un período corto (1, 3 o 6 meses), aunque la fecha de caducidad indique más tiempo.
Si tienes dudas sobre cualquier medicamento, recuerda que en la farmacia podemos asesorarte y ayudarte a interpretar correctamente la información o aclarar casos más particulares.